René de la Vega

Nombre: René de la Vega
País: Chile
Estilo: Pop (¿?)
Obra Esencial: "Chica Rica"
Fecha Inducción: 18 Septiembre 2006

Pocos recuerdan al René de la Vega que aparecía , presto y novel, en las pantallas chilenas bajo el alero de “Casi en Serio”, ese programa de RedTV, conducido a finales de los 90 por Leo Caprile. Con todo su estilo rocanrolero con aires ochenteros, se hizo un nombre no dentro de la música, sino en el inconsciente colectivo. Y eso ya es plausible.

En ese tiempo René era una promesa, promesa kitsch. Después vendría, claro, su “salto a la fama” con el lanzamiento de su tema “Chica Rica” , en el 2000, una melodía empalagosa con una letra que roza lo absurdo, pero, insisto, toda la autopromoción y su coraje le salva el pellejo.

Al René de la Vega que más se recuerda tampoco es, generalmente, al que , con sus sueños de fama y gloria, recorría en su microbús algunos liceos ganando adeptas, al igual que bagaje artístico. Todos recuerdan a aquél sujeto, que sumido en la depresión, comenzó a desaparecer, luego de su estrellón contra el suelo, vilmente propiciado por quienes se creyeron reyes y jueces para criticar y humillar, desgarradamente, a este icono popular. Es sabido por muchos que René de la Vega era un proyecto de empresa familiar, desde su padre como manager, su madre encargada del departamento de vestuario y sus hermanas como los coros en sus canciones. Y René era la imagen corporativa. Con Boggie con cuernos y todo. Bang Bang!

De la Vega, de 28 años actualmente, en el 2002 se aburrió de las constantes burlas y decidió dejar inconclusa su carrera musical, entrando a estudiar al Inacap y sacó el cartón de técnico de nivel superior en edificación. Luego se tituló de constructor civil. Todo eso en silencio. Mientras el mito seguía creciendo y este hombre se negaba a aparecer en público. Menos cantando. Y ahora recuerda, sin pudor y con una sonrisa, sus paseos por el hotel O´higgins de Viña del Mar el año 2000 junto a su padre, esperando que lo llamaran para actuar en la noche final del Festival. Esa templanza es única. Y póstuma.

Pero fue, a finales del 2005, que René comienza a recuperar vigencia y se transforma en bastión del movimiento kitsch en Chile. Su música de mal gusto y el ser un “incomprendido” artista le valió el pasaje automático a formar parte de esta llamativa camada. Sus actuaciones en el 2006 se convierten en número fijo de las fiestas celebradas por este movimiento y , finalmente, comienza un reconocimiento, no generalizado, a este luchador musical, de estilo único y que, pese a lo desechable (y curiosa) que resulta su música, gana cada vez más adeptos y respeto. ¿Infundado?. Juzge Ud.